En las primeras horas del 18 de septiembre, un incendio feroz atravesó una casa en Gardenstown, un pequeño pueblo en la costa noreste de Escocia. Las llamas envolvieron la propiedad, lo que provocó el despliegue de cuatro camiones de bomberos, dos ambulancias y equipos especializados.
Una persona resultó herida y transportada a la enfermería real de Aberdeen para su tratamiento. Los informes locales dijeron que el incendio dejó a la familia afectada sin refugio, pero los miembros de la comunidad y los hoteles cercanos ofrecieron rápidamente apoyo.
Las autoridades han lanzado una investigación sobre la causa del incendio. El incidente ha provocado una simpatía generalizada, y los residentes organizan donaciones para ayudar a las víctimas a recuperarse de la pérdida.